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jueves, 24 de septiembre de 2015

Micro-cultura

Multiculturalismo, pluriculturalismo, diversidad, tolerancia, ¿por dónde empezar a hablar?. Empecemos por casa. ¿Cómo convivimos los encontrados ante un mismo deseo, propósito, anhelo alrededor del fuego, en la ronda que nos invita a retornar al tiempo sagrado en que se vive, siente, explica lo cotidiano en lo arcaico, el BEG, el aumento del pan, la floración del espinillo junto con las batallas del ego, el vuelo de las horas por nuestro pelo, el ir y venir de la creación a la muerte?
¿Cómo resolvemos, enfrentamos o postergamos nuestros desafíos pequeños, silenciosos o hermosos sin hacer escándalo, sin tomarnos las cosas como algo personal que alguien me hace [aunque me impacte emocionalmente y (pareciera que) no pueda contener mis impulsos]?

En nuestras historias (Muchacha punk, Tocando el viento, El fantasma de Canterville) alguien viaja para conocer lo lejano. Alguien también vuelve para ser un extraño. Todos llevan seguridades, una identificación, objetos, vínculos. Van abiertos, desprendidos de la comunidad primaria que los contenía y sin embargo no pueden evitar un momento de estancamiento, las dudas, el regreso de un pasado no resuelto que impide entregarse completamente a nuevas condiciones (son los prejuicios del Narrador sobre lo "punk"; el secreto de Virginia en El fantasma). Finalmente, un orden se restablece gracias a la valentía de un héroe (los mineros, Virginia) o se afirma un estado de aceptación de condiciones adversas (decepciones de Lector y Narrador).

Empezamos por casa, por la microcultura donde se debaten, empujan, abrazan los sentidos. ¿Por dónde seguir?