En el primer encuentro de este espacio
recurrimos a un disparador que articule nuestro taller: cuerpo en la escritura,
en la doble dirección de
-darle cuerpo, forma, reestructurar el cuerpo
psíquico cuando se ve amenazado, desafiado;
-trabajar sobre la condición material,
significante de la escritura.
Consignas abordadas:
-
Recuperamos un nombre, un
apodo, una forma amorosa en que nos nombraron alguna vez (es nuestra, íntima o
secreta, pero la compartimos anónimamente para que siga siendo dicha; creamos
un nido para cobijar nuestro escrito).
-
Compartimos a voluntad los
escritos y luego elegimos (de una selección previa del coordinador) una
autobiografía gráfica (ver foto), un cómic que ha circulado periódicamente primero en
blog o página web de autor, y luego ha sido recopilada en libro.
Como marco de lectura y cierre del taller
recurrimos a Philippe Lejeune para pensar no en la fidelidad de un registro de
la propia vida en relación con los “datos” duros de la biografía pública sino
en el pacto autobiográfico. Es decir
que sin despreciar los géneros tradicionales con que se hibrida (diario, género
epistolar, memoria, etc.) lo central para el autor es el pacto establecido por
la identificación de autor-narrador-personaje bajo un mismo nombre propio.