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miércoles, 15 de mayo de 2024

CalenDario

Si un Diario personal reflejara todo, sería un CalenDario. Por eso estas hojas no guardan los favoritos de una vida, o la conciencia plena (esa voracidad por el presente), sino algunos instantes luminosos, apenas un gesto agónico o un simple pelo que cae entre las letras.
Aunque casuales, esos pelos que caen son míos, porque es Diario personal alejado de más gente, ajeno a posibles mascotas o vientos de agosto.
Son canas que no caen de lleno, como renglones muertos, ni resbalan como peces airosos. Son canas enruladas que surcan el aire y se agarran de las cosas como abrojos o como pelusas que saltan de golpe, sacudidas por una brisa que las obliga a hacer piruetas para aterrizar.
Así vuelan mis canas heredadas de árbol familiar. Aunque traman lazos, las noto capaces de caer planeando como estrellas fugaces, a punto de extinguirse entre la algarabía de toda mudanza y la promesa de cada deseo a cumplir.
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Ph:NS

martes, 12 de marzo de 2024

Heridas


A veces la herida no deja huella visible. Su origen parece sellado entre el tiempo y los buenos deseos. Pareciera que donde hubo ardor, ni cenizas quedaron. Pero otras veces la herida se esconde bajo la piel.
Entonces creemos que cantamos pero raspamos el aire. Sentimos que dormir es medir dos vigilias.
Un día la casa amanece sin puertas y percibimos, desnudos, que lo que vemos es una forma de la luz en la piel y que la piel es ahora un mapa arrugado que soplamos y alisamos para que muestre sus pliegues.
Pero en esos fuelles de la piel, en el mensaje de sus pliegues, hay sustancias que supuran su fiebre, ardor que paraliza.
Si la luz tenue, que primero ignoraba nuestra cara, ahora crece y encandila, los ojos ya no soportan la gravedad del pánico.
Sólo una llama leve que considere a cada tajo por su nombre abrirá un camino entre el ruido de los días y el rumor de las muertes. A veces la piel tiene que renovar sus sellos desteñidos o borrarlos.


viernes, 9 de febrero de 2024

Cura de palabra



¿Sueño liviano? ¿Huesos tirantes? ¿Qué te duele más, papá? "Te quiero mucho" era un ensalmo para los males en la infancia.
Estoy perdido en el monte de mi adultez cuando recuerdo esa frase que era familiar en casa, que era casa en la noche del llano. Mientras escribo, un pájaro es atrapado entre las garras de su depredador en la luna llena. Predador y presa se enfrentan dignos: hay presencia, deseos cruzados, necesidades distintas, todos atributos del amor. Los miro y yo también soy ese gato que retiene a la presa unos segundos, el que bebe el aliento de su alma. Yo también soy esa presa que pelea con aleteos y ensalmos para no ser devorada sin luchar. Mis deseos son otros, tus necesidades también. Pero como el jabón que engrasa y hace un cebo con los restos del día, soy estas palabras que a veces necesitamos para renovar el ritual de cura: "te quiero mucho, papá".

sábado, 15 de abril de 2023

Ha muerto un vivo

 


A Cristino Bogano y a las lápidas que limpiamos

Lucas Cedriani ha muerto con su techo de árboles bajos, con su sonrisa de guardián relajado. Ha muerto su hueco en la almohada acomodada al cuello, su plato único en el secador surcado de sarro. Ha muerto su baile de espalda firme, su vaivén de gnomo sobre el prado de los zorros. También han muerto sus sesentas masticadas antes de tragar y su eructo evaporado por fosas nasales. Han muerto su tendencia a la realidad en lo biográfico y su vómito de realidad reunida en redes. Muertas su mirada miope y todo lo que ignora, sus anteojeras de mirar sólo lo que conoce y cada uno de sus ojos secos en pantallas y puntadas.

Él ha muerto porque vengo yo a mirarlo de frente, porque le digo mirá de qué te sirve, mirá qué importancia tiene que el sentido final, que algo tan vivo como tu lengua o tu abrazo, que algo tan fresco como tu mapa en las calles o tus paseos infantiles por el cementerio, que lo que hiciste como un cobarde o lo que callaste con orgullosa medalla sea de un significado tan amplio como asfixiante. Qué razón tenés para justificarte cuando ni siquiera lo que parece maduro, o lo que vale penar o lo que arde y no se puede negar, hace tierra con el dolor de los aplausos en la bajada del cajón a nicho. Y para asombrarte qué habrá, le digo, cuando ni siquiera tu gente sonríe con ironía fina al tapar, al hacer tierra el furor con que gozaba de esas curiosidades que uno sabía y otro no contó, que una callaba para no molestar a la que no quería escuchar. Mirá bien que no incomoda a nadie que esas acciones secretas o sentires racionados te pinten entero compartiendo los fragmentos que tanto repartiste, un poco acá y otro poco allá, como si planificaras los cortes de un rompecabezas que en éste, tu velorio armado, provocarían la conmoción del epitafio bien tallado.

Lucas Cedriani ha muerto para que la gravedad de sus últimas palabras en un cuaderno sin fechas ni números de vencimiento, se pierda entre papeles que alguien edita como ordenados por un sentido cuya emoción se fugará en imágenes para artistas plásticos o resonancias de etiqueta y homenajes en voz alta y micrófono de baja potencia. 

Yo digo qué será de ese cuerpo que dejo, de esa energía contenida que ya respiraba profundo en el cansancio y agitado en el sueño como si buscara aire, encerrado en su crisálida, como si viajara a la semilla que busca crecer entre algodones y espinas, entre líneas cobrizas que se alzan en el amanecer como faros remotos.

Ha muerto porque nunca lo vi vivir como el que espera aplausos en la mesa de luz o estallidos al aire que lo encuentren perdido y, así, sin querer quiere, sin luchar lucha y sin morir habrá muerto cuando despierte menos vivo.

miércoles, 15 de marzo de 2023

Feria del Libro en Mina Clavero



El 15 de junio de 2023 se viene la 2da Feria del Libro en el Instituto Superior Dr. Carlos María Carena de Mina Clavero, Córdoba.

En 2022, realizamos la Feria para conocer nuevas prácticas de escritura y lectura en el territorio de Córdoba. Presentaciones de Libros, conversatorios, proyección de audiovisuales, intercambio de libros y fanzines, merienda y lecturas en vivo serán algunos de los ingredientes de esta nueva edición.

Para ver más sobre la primera edición podés consultar el informe en:

https://iscarena-cba.infd.edu.ar/sitio/feria-del-libro-de-autores-cordobeses-en-el-instituto-superior-dr-carlos-maria-carena/


jueves, 9 de marzo de 2023

Nuevo Taller

 


Soy un cuaderno

Taller de lectura y escritura de autoficciones

*Descripción general

Este es un taller que busca explorar un campo de posibilidades en prácticas de lectura y escritura contemporáneas que tensionan lo real desde ficciones. En 4 encuentros, el juego y la transgresión de la escritura se alimentan de la lectura de materiales que están incluidos en la propuesta.

*Características

Cuatro encuentros. Inicia 16/3 a las 19 hs

Valor del taller: 6000

Inscripción: 1162004902/1132595232

Librería Los preferidos de la Vida Frente a la terminal de Villa de Las Rosas, paseo del Aljibe, local 3

*Composición

En el borde entre memoria, documento e inventiva las escrituras del yo sobrepasan los límites modernos de la identidad.

Los cuadernos/notas dan valor a vidas mínimas donde la subjetividad busca un entramado narrativo para dar cuenta de la propia vida, o de los restos de ella.

La búsqueda de una voz apropiada entre las palabras comunes puede ser un acto para desobedecer/rebelarse frente a un sistema estanco de géneros, a las prácticas de naturalización de desigualdades sociales, a la didactización de la literatura como exposición decorada de lo correcto.

*Modos de uso (encuentros posibles):

La escritura generosa: nombre propio y apropiado.

La inutilidad como viaje: Camila Sosa Villada.

"No hagan caso": escribir entre lenguajes según Luisa Valenzuela

Soy un cuaderno: del recuerdo al entramado narrativo en Zambra.

*Fabricantes

Lucas Cedriani y Librería Los preferidos de la vida


martes, 10 de enero de 2023

El cuerpo obrero. Manos



Renuncié al corazón de la palabra: ya no tomo de sus archivos metáforas sin suelo, ya no elevo con sus ansias batientes la voz firme del acto verbal.

Cuando crecía imaginaba que el tono justo de mi grito bien empuñado era un avance para todos, aunque las masas a cambio renunciaran al verbo, decía.

Entonces creía que liberaba una jaula de pájaros en la niebla pero caía en mis ecos: respiraba profundo para no ahogarme y terminaba navegando ciego. Olvidaba en mi sordera que el inconsciente también es político.

Ya que en cualquier “nosotros” me enredaba hablaría con las manos: en cada dedo un verso, en la palma abierta un camino, una flor para mis muertes en cada lavado.

Por fin así, en la renuncia y el devenir de cada gesto, logré encontrarme disponible, mano a mano en una lengua a mediavoz.


viernes, 7 de octubre de 2022

La oveja Selma


A Pablo le había inquietado la historia de "Selma", de Jutta Bauer, como a muches de nosotres.

-Yo sacaría el marco pedagógico de la pregunta al viejo sabio - le aclaré - para quedarme con la historia de la oveja.

La lección era transparente, eso es lo que acordamos. Selma come pasto, enseña a los niños, hace ejercicio, come más, habla con vecina, duerme. Cuando le preguntan qué haría con plata ella contesta: comer, enseñar, etc.

A Pablo le conmovía la potencia de la libertad del que sabe sencillamente vivir como le pide su lugar, dándole a su entorno un valor ético. Pero además creo que le apasionaba la firmeza del pulso comunitario ante la invasión del que piensa distinto: como si Selma le mostrara al entrevistador que la felicidad para algunas puede consistir en no forzar la mirada sobre un futuro que se pulveriza.

Ahora me pregunto: ¿con qué fin se lanzaría la flecha de la historia hacia un blanco que se sabe movedizo e ilusorio?

La oveja Selma como visión desde una vereda tomada, lección para intelectualismos ciegos, podría decir Pablo.

 


viernes, 30 de septiembre de 2022

La escalera de madera

 


Rumeo como vaca siamesa lo que Pablo me comenta sobre "Stoner" de John Williams. Le doy mil vueltas a ese libro de bolsillo hasta sacarle pelusa.

Hay una austeridad de recursos, una compañía empática pero informada entre quien narra y el personaje que es, a primera vista, tímida herencia del iceberg de Hemingway: parece que una historia mínima aflora para ocultar lo que la sostiene a flote. La voz que toma el mando sobre la historia de Stoner no da lugar a conjeturas sobre las explicaciones/raíces de los sinsabores del protagonista: la historia oculta o subterránea es la literatura misma, su enigmático poder liberador para algunas vidas y lecturas.

Eso le digo a Pablo, como explicación subacuática: la historia sumergida, que se escucha distorsionada brotando desde el abismo, pronuncia la palabra "clásico", un rumor de fondo, diría Calvino, un rumor que persiste a pesar del ruido.

Cuando termino de deshilvanar mi ruido mental y callo, Pablo está a mi lado, mirando al frente y dice que le importa lo que digo (me inflamo de orgullo docente), pero que la forma de esa novela también le hace acordar a él mismo como padre de un hijo, como conciencia de lo indecible de su silencio. "Como este escalón", insiste, "que compone con dureza la imagen de un acceso al hogar. ¡Y es la misma madera que espera agazapada su momento para mezclarse otra vez con la tierra!".

 

domingo, 18 de septiembre de 2022

Poema de la antología "Crisol de letras 2"

 


Lógica

 

No hay un juicio final.

Somos testigos de nuestro propio desbande:

ahora el pan ha aumentado

y no se consigue la sal de las señales

en las librerías de turno.

 

Ni hay válvulas de escape.

Somos polvo en cruce de espejos,

en caleidoscopio que una mano gira:

cuando la mano duda nos afirmamos

en nuestra propia sombra.

 

Por lo tanto hay esperanzas.

De pronto, recuperamos aliento:

soñamos que somos una partícula

de nuestra misma lógica final,

girando la mano que gira la lente.

 


domingo, 24 de abril de 2022

Yo no tuve

 

Yo no tuve un amor temprano con el mar como tantes. Mediterráneo y cercano a la idea de sierra, montaña o loma, y sólo mudando tierra mientras el sueño de alguien más me acompañara, visité el mar en ocasiones, afirmando mi no-afecto, mirándolo mal.

Ahora tuve que elegirlo, primero en algún tipo de sueño donde el mar fuera un rastro, donde dejara alguna huella sin manifestarse frontal. Lo soñé en acantilados donde olas como flechas dejaban espinas clavadas, lo soñé en el sonido de las espumas de un lago.

Pero que el mar fuera un motivo para erizarme era cuestión de encuentro con su llamado o de iniciación ritual. Pienso que de esa ceremonia está hecho un viaje antes que de mapas o kilómetros: pienso que algún residuo ancestral estará latiendo en arenas que no son de Vinaroz o Valencia, porque no importa demasiado la genealogía literal, sino que los caminos son misteriosos porque son caminos.

En ese vértigo del agua como nuevo afecto pude andar el camino sin pedirle explicaciones, entregado a sentir mi piel como coraza o como líquido salado y corriente, a sentir las temperaturas hermanadas del mar y mi sangre en el mismo instante en que un impulso interno me hacía correr, nadar o latir a un ritmo de vaivén entre mar y tierra, entre las aguas primeras del vientre y el llanto breve de la soledad madura. En ese camino un amor como tantes se inaugura.

domingo, 10 de abril de 2022

El cuerpo obrero. Corazón

 


Postal para mí al lado de ustedes. Si hay un dios adentro que maneje editor de fotos, que tenga experiencia en teletransportaciones o corte y pegue a mano con prolijidad.

Recibo su postal en cualquier casilla. No estaré del lado exterior de las cosas cuando brillen sus voces queridas: ninguna voluntad quise conquistar con sangre y verso como para homenaje en primer plano.

Miren, sólo así, abriendo este portal exagero la guía pedagógica que quiero brindarles: cuando llegue la imagen la mostraremos en la mesa, así se sumará una copa en alto desde este lado interior.

Cada cual quizá en su memoria almacene y expanda una versión similar de la huella que dejamos: su lado interior de la moneda o una expresión rítmica precisa. Eso será todo un ritual pero seguramente no estaré ahí cuando enfrenten al Gran Enigma, a la Sombra Madre o, incluso, a la emoción doméstica del calendario. 

De este lado de las cosas, yo estaré forjando mi propia postal.

 


sábado, 5 de marzo de 2022

Retratos

 


 

¿Fin de carnaval rumbo al otoño?

“Corrió agua bajo el puente”, me digo con el corazón latiendo al ritmo de una crecida. Pero la palabra-que-corre, espesa y zigzagueante, se estira entre orillas, corrientes y remansos. Cuando escribo, me aferro como náufrago a alguna expresión resonante.

Si el "ser hombre" se parece a la palabra “sostener”, como inventaba Alan Pauls en otra crónica, hoy la pérdida que lastima mi "ser hombre" es la dificultad para “sostener(me)” y darle vuelo a mi pasión. Camino y mis pies sospechan del mundo. Hablo y mis palabras se enriedan en las cosas.

Puedo arreglarme en el día: trabajar, visitar, hacer de la casa un hogar... pero en la noche se abre un cerco de arbustos y sombras entre los caminos de mi herida. Entonces ardo como un niño de curiosidad y lo quiero cruzar a oscuras.

A veces hay fuerzas y salto con todas mis fibras. A veces le hablo o escribo versos que borro y vuelvo a escribir. De cualquier manera el cerco está ahí, echó raíces. Hasta le podría poner nombre propio o llamarlo sistema.

Otras veces, para cruzarlo me conducen las miradas amigas: como esa foto furtiva en que un abrazo de la maga de los Confines me alcanza desde el tiempo circular para comprender cuál es hoy mi vasija, cuál es mi lugar en el Aire Libre: abrazo, mirada al horizonte y sonrisa.

"Corrió agua bajo el puente", diría ella, "para que el aire de entre medio haga dos veces tierra".

 

Créditos:

Foto de Bodoc: ¿Tere?

"El aire de entre medio": Noe Lía

"sostener": Alan Pauls, "Mi vida como hombre"

 

lunes, 2 de agosto de 2021

Desprendimiento

 


Desprendimiento


No son mis ojos los que absorben

un paisaje que me lleva a casa.

Enhiestos, turgentes, alabados

los tulipanes crecen como

navegantes, compañeros, vigías.

 

En espejo posamos, madre.

¿Me trajiste semillas o flores

en tu gozo de palabras?

¿te dejé en gajos vistosos

un perfume de regreso?

 

La noche nos confunde

en patios de ciudades diversas,

los faros se encienden

en puertos remotos. El mío

aquí, madre, luminoso

pero sin rumbo de vuelta a casa.

¿Por qué calló Filloy?

 


¿ERA CAYO, YOLLI FILLOY, O YACARÉ?

Década del ’30. Lejos del miserabilismo de cierto Boedo, del heroísmo estoico de Varela o del agonismo de Quiroga, la milicia solidaria de la “Caterva” logra aliar lenguas, programas de coyuntura y corrientes espirituales  en trazos de un criollismo literario de retaguardia (una poética aceptada de tanto discutirse en el Café, acciones progresistas con oropel o summa literaria como bandera de clase). Aunque también, la milicia solidaria se escribe con sustrato rebelde de vanguardia (mapeo; toponimia historizada; diccionarios cosmopolitas, nacionales, nativos o de boliche; memorias comunitarias de la Huelga del ‘36). A diferencia del antropólogo, Filloy no viaja para “registrar” culturas; a diferencia del folclorista no milita su recopilación en catálogos.

1937. Filloy publica en edición privada (300 ejemplares para dedicar y enviar) el que sería su último libro en décadas, “Caterva” viene después de “¡Estafen!”, “Op Oloop”, “Usaland”. Construye una figura de autor pública pero deja de publicar. Se retira de escena con 40 años a ejercer su profesión liberal: o se trata de un humanista revolucionario arrepentido (los adjetivos son míos) o tengo poca idea de lo que es la fe en la trascendencia literaria.

En 1970 vuelve a publicar, ya jubilado de juez. Deslumbrado por la amplitud y riqueza del castellano en sus más de 6000 palabras completa más de 60 libros publicados, vive 106 años y publica su Tratado de palindromia después de 30 años de crear la mayor cantidad de frases capicúa en el mundo.

Aunque los números hablen solos sobre la persona excepcional que un 1ro de agosto cumpliría años, “Karcino”, el Tratado de palindromia, puede resumirse en una frase minúscula que muestra en la sorpresa irónica lo que con el tiempo se llamaría posverdad:

ALLÍ TÁPASE MENEM ESA PATILLA

De la “Caterva” a “Karcino” la mirada solidaria no perturba, aunque agita memorias comunitarias de la rebelión moderna.