Desprendimiento
No son mis ojos los que absorben
un paisaje que me lleva a casa.
Enhiestos, turgentes, alabados
los tulipanes crecen como
navegantes, compañeros, vigías.
En espejo posamos, madre.
¿Me trajiste semillas o flores
en tu gozo de palabras?
¿te dejé en gajos vistosos
un perfume de regreso?
La noche nos confunde
en patios de ciudades diversas,
los faros se encienden
en puertos remotos. El mío
aquí, madre, luminoso
pero sin rumbo de vuelta a casa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Utilizar nombre y apellido enel cuerpo del texto o tener cuenta de Gmail