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martes, 5 de mayo de 2020

Tener expectativas


"Sólo puedo imaginar a partir del conocimiento que los mayores me impartieron. Y al fin, ¿para qué sirve lo que sabemos? Solamente sirve para imaginar lo que ignoramos.
Y entonces imagino"
De Liliana Bodoc, Oficio de búhos




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Tener expectativas convencionales en poesía no es lo mismo que solamente interpretar a partir de lo que al lector le pasa con un poema. En el diálogo entre texto y lector las convenciones atraviesan la lectura.

Por ejemplo, el poema Nanas de la cebolla de Machado habla del que sufre hambre (el Lazarillo y el Buscón también lo hacen y sin embargo en estos últimos podemos reírnos de sus “tragedias”). Si hoy leo un poema sobre el hambre me acuerdo de que ya es hora de preparar algo para comer y dejar de escribir un rato. Pero también pienso en el Otro desde la actualidad, pienso en cómo hablan los discursos hegemónicos sobre el hambre: ¿muestran la “miseria” del que sufre desde el confort de los móviles de TV?, ¿muestran un desfile de modelos “moldeadas” por el consumo machista, un desfile glamoroso “a beneficio” del hambre en el Impenetrable?, ¿muestran las grandes discusiones ideales sobre la Argentina país productor de alimento incapaz de actuar para satisfacer su necesidad primaria de alimentar/abrigar/dignificar al ciudadano?

¿Puedo aislarme de mis expectativas? Sí, pero entonces haré una lectura temática o relacional a nivel interno del poema. 

¿Pero si a mí el texto me habla íntimamente, más allá de las convenciones? Podré autoconocerme, podré afirmar mis afirmaciones circularmente. Para dar cuenta de manera más amplia e imaginaria de la producción de sentido, de los sentidos que puede convocar un texto, también puedo acudir a las huellas que justifican líneas de interpretación (ahí vale reconocer que hay figuras, ahí vale probar mi escucha íntima). Entre esas huellas circulan las expectativas que nos impartimos y sus chispazos en la imaginación colectiva (claramente, lo que no activa al texto es hacer solo un catálogo de figuras retóricas: hambre estadístico). Si hoy leo un poema sobre el hambre me acuerdo del texto de Schujer que la cuarentena liberó para liberarme a mí en la imaginación de lo que ignoro.


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